Este ensayo hace un balance –y propuestas— acerca de la realidad educativa de América Latina, el continente más postergado de Occidente en esta materia, con cerca de un 60% de sus personas mayores de 15 años que pueden calificarse objetivamente como analfabetos funcionales tanto en comprensión de lectura como en manejos aritméticos, que no van mucho más allá de poder contar dinero. Entre los que están egresando hoy de educación media se da casi el mismo porcentaje, además de escaso acceso, y elevada deserción. Como se verá en el texto, este ensayo postula que los orígenes y contextos políticos, económicos y sociales que han llevado a esta situación tienen raíces históricas muy similares. Por ende, aunque hay fuerte heterogeneidad en la región, como la que se ve en las cifras arriba mencionadas, los problemas y diagnósticos actuales son más similares que las diferencias. Esto a su vez abre interesantes y urgentes oportunidades para el diseño de algunas recomendaciones y soluciones comunes, y para niveles superiores de cooperación regional, compartiendo nuestros logros y también los fracasos, tanto en políticas educativas como en prácticas innovadoras en las aulas, aprovechando interesantes y promisorios avances en distintos ámbitos, tanto en el mundo como en nuestros propios países.