Dylan Thomas fue uno de esos pocos individuos que, a razón de un puñado por siglo, escapan a las normas, desconciertan a la crítica y ejercen un influjo hipnótico sobre sus contemporáneos, dejando una huella profunda, personal e inimitable en la literatura de su época. Lo suyo le es exclusivamente propio. Indiferente a las modas británicas y continentales -por ejemplo, el surrealismo-, preocupaciones y vanguardias de su época, Dylan Thomas es absolutamente autónomo en la serie constituida por la poesía inglesa, aunque frecuentemente se lo suele encasillar en la corriente neo-romántica, que contiene un poco de todo y mucho de nada