probando diferentes formas de averiguar cómo organizar mi vida digital. Probé técnicas de organización de espacios físicos, todos y cada uno de los diferentes cuadernos con formatos especiales e incluso el sistema decimal Dewey que usan las bibliotecas. Intenté organizar mis archivos por fecha, tema, formato y otras mil elaboradas maneras, pero cada método que probaba fracasaba bien pronto.
El problema era que ninguno de esos sistemas estaba integrado en mi vida. Siempre requerían que siguiera una serie de complicadas reglas que me quitaban tiempo de mis otras prioridades,