Una vez más asume la autora el reto de escribir su peculiar educación erótico-sentimental, en un vertiginoso viaje a la interioridad femenina y al infierno de los celos. Todo empieza cuando Catherine descubre que Jacques Henric también goza de una rica vida sexual… pero con otras mujeres. Unas fotografías, la lectura de algunas páginas de un diario íntimo, desencadenan un viaje a través del tiempo de la relación amorosa, contaminando el presente y el futuro de la pareja. Conforme Millet, poseída por los celos, avanza en el registro de los papeles de su marido y progresa en su búsqueda de angustiosas certezas, se suceden las crisis de ansiedad, las pesadillas y el llanto, y poco a poco se instala en el sórdido espacio de la obsesión, la de reconstruir con la fantasía todos los detalles de «la vida sexual de Jacques H.». «Claridad, elegancia y matices que evocan en algunos pasajes las Cartas de amor de la monja portuguesa, o Las relaciones peligrosas>» (Jérôme Garcin, Le Nouvel Observateur); «La fascinante confesión de una mujer que no es ni tan impasible ni tan cínica como nos pudo hacer creer en La vida sexual de Catherine M. ¿Y acaso esto nos conmueve? No, ha llegado nuestro turno de ser francos: nos encanta, y nos tranquiliza» (Bernard Pivot, Journal du Dimanche).