habíamos hecho algo. Y era algo que los demás podían tocar con sus propios dedos, era algo que no teníamos que describir ni imaginar ni tampoco pensar porque, sencillamente, lo podíamos mostrar, exhibir, enseñar. Era el fruto de combinar el tiempo y el movimiento de nuestras manos, y ahora estaba a la vista de todo el mundo. He hecho bastantes cosas con mi mente a lo largo de mi vida. Pero he hecho pocas con mi cuerpo