Me gustó muchísimo. Higuchi escribe desde los ojos de las mujeres en una época en la que sólo eran vistas como la propiedad de alguien más y ella misma es de esos años. Me ha gustado mucho el libro, especialmente las dos historias más largas.
Bello y triste, como son los relatos de la literatura japonesa. La autora nos da un recorrido por el alma y vida de diversas mujeres y hombres en un contexto cotidiano. Con pinceladas de sencillas y efímeras alegrías, donde la sombra del dolor y la renuncia al paraíso perdido de la niñez, la ternura o el amor, se cierne sobre los personajes. Sobre todo narra las microhistorias de las mujeres de contextos marginales y cotidianos, desde su perspectiva como mujer, lo que las hace más entrañables. Amo a las autoras japonesas. Una joya.
Un muy buen acercamiento a la cultura japonesa