«A los ojos claros no les preocupa la vida —había dicho Lirin—. Por eso debo hacerlo yo. Debemos hacerlo nosotros.»
«Debes hacerlo tú…»
Vida antes que muerte.
«He fallado tantas veces. Me han derribado al suelo y me han pisado.»
Fuerza antes que debilidad.
«Esto sería la muerte si condujera a mis amigos a…»
Viaje antes que destino.
«La muerte, y lo que es justo.»
—Tenemos que regresar —dijo Kaladin en voz baja—. Tormentas, tenemos que regresar.
Se volvió hacia los hombres del Puente Cuatro. Uno a uno, asintieron. Hombres que habían sido los despojos del ejército apenas unos meses antes, hombres que solo se preocupaban por su propia piel, inspiraron profundamente, hicieron a un lado cualquier idea sobre su seguridad y asintieron. Lo seguirían.