Slow Productivity

que no dejes que los demás esperen que estarás siempre disponible por correo electrónico y chat.

Si estoy agotado, no me van a acusar de ser un vago, me digo a mí mismo.

medida que leía las respuestas emergió en mí una revelación inquietante: aun con todas las quejas sobre el término, los trabajadores del conocimiento no han llegado siquiera a ponerse de acuerdo en lo que significa «productividad».

primera vista, esta estampa es un ejemplo estereotípico de cómo veía la productividad el sector del conocimiento en el siglo xx: el «trabajo» es una cosa indefinida que lleva a cabo la plantilla de una oficina. Cuanto más se trabaja, más se produce. El jefe debe controlar que se haga una cantidad de trabajo suficiente, porque sin esta presión la gente más vaga intentará cumplir con lo mínimo. Por consiguiente, las empresas de mayor éxito son las que cuentan con los trabajadores más exigentes.

cumplir con tu trabajo sin quemarte no solo es posible, sino que debería ser la norma.

sobrecarga de trabajo es un obstáculo para generar los resultados que de verdad importan, y no un motivo de orgullo. También sostiene que la actividad profesional debería desarrollarse a un ritmo más humano y variado, que incluyera periodos de esfuerzo intenso y de relax a diferentes escalas de tiempo, y que tendría que basarse en la excelencia, no en la mera actividad

Slow Productivity
Filosofía para organizar las actividades propias del trabajo del conocimiento de una manera sostenible y significativa, basada en los tres principios siguientes:
1. Hacer menos cosas.
2. Trabajar a un ritmo natural.
3. Obsesionarse por la calidad y la excelencia.

que tal vez el problema de los trabajadores del conocimiento no sea la productividad en un sentido general, sino la definición defectuosa de este término que se ha impuesto en las últimas décadas. La continua sobrecarga de trabajo que nos desgasta está generada por la creencia de que el «buen» trabajo requiere cada vez más actividad, respuestas más rápidas a correos electrónicos y chats, más reuniones, más tareas y más horas. Pero si analizamos esta premisa nos daremos cuenta de que carece de cualquier tipo de fundamento sólido.

reducir entre el 25 y el 50 % la lista de tareas que te has propuesto abordar en un día concreto

Las únicas personas para mí son las personas locas, locas por vivir, locas por hablar, locas por ser salvadas, deseosas de todo a la vez, las que nunca bostezan o dicen cosas corrientes, las que queman, queman y queman como las fabulosas velas amarillas romanas