Amor

Lo que yo me merecía era esto: que me azotaran en el culo, que me comieran el coño, que me chuparan los pezones (erectos, erectos), que me dijeran: córrete para mí.

Me miraban y yo distinguía verdadero afecto en sus ojos, en la comisura de sus labios. Y eso que no soy guapa.

No soy guapa, pero soy de movimientos rápidos y avispada.

Crecer fue un error, algo que ya no podré reparar. De cerca podrías pensar que lo que ves en mis mejillas son lágrimas reales. Sin embargo, yo no lloro. Yo no lloro, te dije, nunca lloro. Así que decidiste hacerme llorar.

Apreté un puño y me lo metí en lo más profundo de la garganta.

mudé para vivir contigo

no era el tipo de nadie.

Los hombres me miraban

No queríais herir a nadie.

Odiabais tragároslo, pero lo hacíais siempre. Os gustaba tanto que, en plena acción, os ibais al baño para meteros los dedos en la garganta y así poder saborearlo