Si el feminismo blanco dominante quiere hacer algo, quiere ayudar en este ámbito, es importante que dé un paso atrás, que espere a ser invitado. ¿Y si no llega ninguna invitación? Siempre queda la posibilidad de desafiar el patriarcado blanco. Siempre hay espacio para combatir el complejo industrial carcelario, para defender la reducción de las penas como una solución a los males de la sociedad.