Empezar de cero

Si las personas no se concentraran en lo superficial, podrían encontrar el sentido real y la felicidad verdadera. Por eso el mundo está tan jodido hoy día, porque las personas se basan demasiado en lo que ven, y no en lo que sienten.

Si existe un Dios y Él te creó, creer en ti mismo también es creer en Él. Una vez que llevas a Dios en tu interior, eres parte de Él. Eso no significa que tengas que creer en el cielo y en el infierno y todo eso, pero sí significa que lo que eres y lo que haces es tu religión.

Depende de lo que entiendas por éxito. El éxito, para mí, es esforzarte al máximo, hacer lo imposible. Y yo no lo he hecho. Ni siquiera considero que haya empezado. Siempre intento seguir mejorando, pero mientras siga tocando, no creo que nunca llegue al punto en el que me sienta satisfecho. Creo que siempre estaré buscando el éxito.

Todas las cosas que pensaba que eran importantes antes de alcanzar el éxito con un disco, siguen siendo importantes ahora. Intentar comprender a los demás y respetar sus sentimientos, independientemente de tu posición o de la suya. Las cosas bellas siguen siendo las mismas, las puestas de sol y el rocío en la hierba. La riqueza material no cambia lo que pienso de esas cosas. Si buscas la felicidad real, vuelve a los días más felices, cuando eras un niño. ¿Te acuerdas cuando era divertido jugar bajo la lluvia?

la faz del planeta cambia en sólo un cuarto de día.

Bueno, con el amor pasa igual. Puede volverte el mundo del revés, como el eje de la Tierra. Es así de poderoso, de valiente. La gente se mata por amor. Pero cuando sientes amor por alguien o por algo, quizá por una idea, éste puede vencer la ira y el tiempo, y mover el mar y las montañas. Así es. Supongo que eso es lo que intento decir.

No vamos a tratar de estar de moda, porque tenemos la oportunidad de ser nuestra propia moda.

La música no es el alma de nadie. Es algo que proviene del corazón de alguien.

Me inspiraban muchas cosas a la vez –Muddy Waters, Jimmy Reed, Chet Atkins, B. B. King–. Me encantaban Howling Wolf y Elmore James, pero también, otras cosas –Richie Valens, Eddie Cochran y Summertime Blues–. Y también podría decirse que me influyeron Bob Dylan y Brian Jones.

Un par de meses después llegaba a la ciudad un grupo de músicos de soul, que incluía a Sam Cooke, Solomon Burke, Jackie Wilson, Hank Ballard, B. B. King y Chuck Jackson, y conseguí un trabajillo tocando en la banda de acompañamiento. Aprendí un montón de guitarra punteando detrás de esos nombres cada noche.

«The Midnight Hour»