La ciudad se ha definido socialmente por formas de vida y formas de organización que implican la comunicación en alto grado y favorecen por lo tanto la innovación. Económicamente se ha determinado por la división del trabajo y los correspondientes procesos de productividad, intercambio de bienes y prestación de servicios, que sólo han podido desarrollarse sobre la base de una sobreproducción agrícola. En términos ecológicos, por la acumulación en un espacio limitado de recursos energéticos y materiales en abundancia, particularmente agua, biomasa, materiales de construcción y fuentes de energía