Sexo, exilio y rock and roll

ncuentra el meridiano principal de tu mente

hora empiezo a verlo, ¿sabes?, es algo que me consta que tú sabías desde hace ya un tiempo: que todo tiene que suceder así, toda la locura y los excesos de la tecnología, las guerras y las muertes, los desastres de la bolsa, todo eso, todos los errores y aún más. Lo único que podemos hacer es aceptarlo y aprender de forma individual y colectiva.

sición literaria. Ese amor al lenguaje y a sus ritmos, así como la capacidad para captar el caos musical d

La llave gira en la cerradura y la puerta se abre, madame y monsieur cruzan el umbral. El apartamento está oscuro y huele al pasado, al profundo y oscuro pasado, a un pasado congelado en el tiempo, incrustado en los átomos y las células, a un pasado impregnado de melodrama, magia, pena, pérdida, felicidad, sexo, anhelos solitarios, uñas de los pies, loción, espuma de jabón, lentes de contacto, cigarrillos, risas, juegos infantiles, masturbación, comida para llevar, televisión, ratones muertos podridos apestosos, dolor, dolor, y amor, un amor eterno e imperecedero. Ella se quita las botas con calma; a continuación se acerca al interruptor e ilumina el viejo campo de batalla.

oledad poblada de ecos,

La luz no está al final del túnel, sino en todas partes, esperando

pero en cuanto salieron y se cerró la puerta me derrumbé en el suelo para llorar a lágrima viva

Mi dulce Allison necesitaba volver a Florida y empezar de nuevo.

No querer cooperar es el peor pecado en el lugar de trabajo. Es un crimen detener la cadena y formular una pregunta del tipo: ¿por qué estamos haciendo esto? No. Hay que ser profesional. Debes poner el culo y disfrutarlo. Si dejas que te den a base de bien, entonces es posible, puede ser, quizás un día te toque a ti el turno de clavársela a otro. Pero haz todo lo posible para integrarte, chico. Y no se te ocurra llamar la atención

Trabajo para un multimillonario encaramado en lo alto de una montaña de oro. Por debajo de él, hay unos pocos millonarios; y por debajo de estos, algunos que quieren serlo. Esta gente nos quitó nuestros nombres y nos dio un número, pero nadie protestó.