Mañana de sol y otros poemas

Ya está seca mi vida y serena mi alma

me entregaré al Misterio,

pensaré en Dios y cerraré los ojos

Triunfa el azul en gloria; triunfa el azul tramado

de argentos y de oros, como imperial brocado;

es el azul profundo que baña de luz pura

el promontorio rígido y el lago que se enarca

El agua está cual nunca de linda y de coqueta

porque la vida es toda crueldad, y es inconsciente,

porque es la tierra a todo dolor indiferente

La tarde es linda. Alumbra el sol mi estancia.

Afuera, en el jardín, oigo las voces

de los niños, que ríen y que cantan.

Y pienso: acaso, ¡pobres criaturas!

sin daros cuenta, en medio a la algazara,

ya en vuestro alegre corazón se filtra,

Estoy frente a mi mesa de trabajo.

vena de dolor que no se acaba?

Murió en Madrid en 1934, y sus restos descansan ahora en la Rotonda de los Hombres Ilustres de México.

Bajo la dirección de Sierra, Urbina armó y realizó la Antología del Centenario, en dos tomos, en la que colaboraron Nicolás Rangel y Pedro Henríquez Ureña