Teología del Cuerpo

En efecto, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero.

Cuando Dios Yahvé dice que «no es bueno que el hombre esté solo» (Gén 2,18), afirma que el hombre por sí «solo» no realiza totalmente esta esencia. Solamente la realiza existiendo «con alguno», y aún más profundamente y más completamente: existiendo «para alguno».

sólo el amor da comienzo al bien y se complace en el bien

Creador es el que «llama a la existencia de la nada», y el que establece en la existencia al mundo y al hombre en el mundo porque El «es amor

pero también como un valor especial para el mismo hombre: primero, porque es «hombre»; segundo, porque la «mujer» es para el hombre, y viceversa, el hombre es para la mujer.

el hombre ha sido creado como un don especial ante Dios

«mito» no designa un contenido fabuloso, sino sencillamente un modo arcaico de expresar un contenido más profundo.

San Ireneo (Adv. Hær. III, 23, 7) ve este texto como «Protoevangelio»,

el hombre no puede ser ni comprendido ni explicado hasta el fondo con las categorías sacadas del «mundo»,