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La borradura de la letra. Lírica popular y género, Haydeé Salmones, Ana Lilia Hernández, Edalit Alcántara, Emmanuel Serrano, Eréndira Guzmán, Esdras Valdiviezo, Jessica Araujo, Marisol Sánchez, Mauricio del Olmo, Natali Jacobo, Rodrigo Bazán, Salvador Gómez, Ángeles Mejía
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Haydeé Salmones,Ana Lilia Hernández,Edalit Alcántara,Emmanuel Serrano,Eréndira Guzmán,Esdras Valdiviezo,Jessica Araujo,Marisol Sánchez,Mauricio del Olmo,Natali Jacobo,Rodrigo Bazán,Salvador Gómez,Ángeles Mejía

La borradura de la letra. Lírica popular y género

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  • GisEllaцитирует3 года назад
    La contradicción radica en considerar que la violencia sexual dirigida a una mujer con “privilegios de clase” altera el sistema hegemónico y las estructuras sociales, cuando en realidad la violencia en contra de las mujeres alimenta el mismo sistema
  • GisEllaцитирует3 года назад
    en la mente del feminicida, la idea de pertenencia le da el derecho de condenarla y, en este caso, se representa el castigo más extremo: el personaje masculino asesina a la mujer
  • GisEllaцитирует3 года назад
    Algunos medios de comunicación, lejos de ayudar a disminuir el delito de feminicidio, lo utilizan para su beneficio: con la premisa de que el morbo siempre vende, lo que hacen es frivolizar la violencia en contra de las mujeres, haciendo un espectáculo con lo que ocurre y culpabilizando siempre a la víctima; como resultado, se minimiza la gravedad del delito, se normaliza y la sociedad reproduce frases como “es su culpa, mira cómo se viste”, “eso le pasa por salir de noche” o “seguramente ella se lo buscó”
  • GisEllaцитирует3 года назад
    La violencia es un mecanismo de control social sobre la mujer que sirve para reproducir y mantener el statu quo de la dominación masculina
  • GisEllaцитирует3 года назад
    El discurso de que las mujeres son propiedad de los hombres aún sigue vigente en pleno siglo XXI, entendiéndose por discurso los parámetros que organizan a los sujetos, estableciendo jerarquía entre ellos, condicionando sus enunciaciones, su comportamiento;[106] dicho discurso está basado en el sistema de dominación y subordinación más opresor, que es el del género
  • GisEllaцитирует3 года назад
    el hombre, que ha pagado antes, no diferencia entre pagar por un servicio y comprar un cuerpo, por lo que asume que la mujer ha pasado a ser de su propiedad y que puede ejercer acciones sobre ella libremente
  • GisEllaцитирует3 года назад
    El hombre recurre al servicio sexual como un ejercicio de poder y sumisión: la mujer cosificada es un objeto de consumo, un servicio al alcance de una paga “consensuada”
  • GisEllaцитирует3 года назад
    Los roles de género y los estereotipos establecidos estigmatizan generalmente a la mujer, que difícilmente encontrará igualdad de condiciones con su contraparte. La opresión sobre las mujeres abraza varias aristas, incluido el espacio doméstico: el statu quo dicta que la mujer está comprometida —y muchas veces obligada— a satisfacer las necesidades sexuales del hombre, concediendo que, de no hacerlo, se coloca en una situación de vulnerabilidad; con ello se perpetúan dos aspectos del sistema patriarcal: la satisfacción sexual del hombre y el poder masculino sobre las mujeres
  • GisEllaцитирует3 года назад
    el rol de la mujer está acotado para ser una figura pasiva (privada), que desempeña su trabajo directamente dentro de la casa; éste es el modelo de la “buena” mujer —“la virgen, la madre, la esposa fiel”—.[94] En el momento en el que se transgrede este orden, se pone de manifiesto la existencia de un segundo modelo de comportamiento para las mujeres: la mala mujer —“la prostituta, la femme fatale”
  • GisEllaцитирует3 года назад
    En la sociedad patriarcal, existen roles de género históricamente diferenciados: el hombre es el que mantiene el poder y dicta el orden social; en cambio, el papel cultural, social, económico y político de la mujer está supeditado al hombre, por lo que ésta carece de libertades y autonomía. Por lo tanto, subvertir el sistema de relaciones se considera un “desorden social”
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