El grunge –al que los metalheads no prestarían especial atención, Alice in Chains mediante– y la era alternativa dejarían al género en un segundo plano durante unos años, de los cuales emergió un nuevo estilo, el nu metal, heredero en parte del angst existencial de los leñadores de Seattle. Dejando aparte la escena noruega, tres nombres se ganaron por méritos propios el derecho a subir al podio noventero: Pantera, Sepultura y los adalides del citado nu metal, Korn. De los tres, por supuesto, hay suficiente material absurdo y demente para llenar unos cuantos renglones más.