Lascivia

Te amo, Christopher Morgan, pero no voy a sufrir más ni por ti, ni por nadie.

—Dile al diablo que un Morgan le manda saludos. —Alex

No es una de los miles! ¡Es la mujer que amo! —

—Ni del capitán, ni del coronel. Mía, mi hermosa reina.

Se me está olvidando que primero soy yo y luego el resto del mundo.

¿Qué tuvo él que no tuve yo? ¿Por qué cuando tiendes a darlo todo terminas sin nada?

«Solo tiene una multa, capitán. Y fue impuesta en Cadin el 6 de mayo a las doce cero siete, incumplió el artículo 0377 de Cadin al ser hallada teniendo relaciones sexuales en espacio público».

—Tengo doce semanas de embarazo.

Nos da personas como Christopher Morgan, que no te bajan el cielo, sino que te llevan a él, te convencen de que no es suficiente, te queman en el infierno y te ponen a dudar sobre en qué mundo quieres vivir.

Me voy convencida de que el amor no todo lo puede, porque hay llamaradas de pasión que destruyen amores inmensamente grandes. Me pasó a mí, te puede pasar a ti o cualquiera.