Inherentes en su hijo están las percepciones-respeto, los pensamientos-respeto, los sentimientos-respeto, la moral-respeto, la voluntad-respeto, las interacciones-respeto y un alma-respeto. Su hijo tendrá pensamientos y sentimientos sobre el respeto y la falta de respeto donde usted no los tiene. Él tendrá convicciones morales sobre el código de honor que provoca que él reaccione ante la falta de honor en formas que usted no imagina. Él tendrá una determinación intencionada de ir en pos de asuntos sobre honor y evitar la falta de honor en maneras que están fuera del alcance de los asuntos que le impulsan a usted. Él interactuará con la gente basándose en asuntos de respeto y falta de respeto de una forma que usted no puede filtrar socialmente. Él tendrá una inclinación espiritual —los asuntos del alma— hacia el honor y la gloria de Dios, y ser un hombre de Dios respetado; mientras que usted se inclina a amar a Dios y ver a su hijo convertirse en un amado hijo de Dios. Él exhibirá estados anímicos, un temperamento, una personalidad, una disposición y motivaciones basadas en el respeto y la falta de respeto, mientras que la vida de usted gira alrededor del amor