La saga del viajero del tiempo

El Viajero del Tiempo regresó al Edén. La Serpiente se robó la Máquina. Desde entonces el mal espera en todas las épocas.

El Viajero del Tiempo convenció a Helena de que Paris no le convenía.

—Bueno —comentó Menelao—, la versión de los hechos en la película de Brad Pitt es todavía peor.

El Viajero del Tiempo sabe de la letra anterior a la A, análoga al cero, que los jázaros empleaban para hablar de lo ausente y lo temible.

l Viajero del Tiempo no pudo convencer del peligro al gran bibliotecario de Alejandría, quien tampoco

—Perdone, pero ¿sí es usted el esposo de Elena Garro, o no? —pregunta el Viajero del Tiempo al poeta enfurecido.

El Viajero del Tiempo sabe cómo terminan todas las personas que admira. Por eso procura siempre despedirse de ellas en sus momentos más felices.

En el escenario, el actor que interpreta a Hamlet da la función de su vida: sostiene su propio cráneo, traído por el Viajero del Tiempo de no quiere decir qué fecha.

El Viajero del Tiempo no entendió bien (por haberlo leído en español) y fue a ver si Descartes realmente pensaba primero y existía después.

No, ¡nadie se lo puede tomar en serio! —decía Nostradamus, muerto de risa, mientras redactaba Las profecías con el Viajero del Tiempo.

El Viajero del Tiempo puede —pero sabe que no debe: que es peor— indicar dónde estuvo el error, qué se hizo mal, dónde se torció la vida de cualquiera de sus parientes.