Desde un punto de vista estricto, aunque extrañamente, de acuerdo con ciertas tradiciones religiosas, esta desaparición de las viejas rocas y los absolutos no es ninguna calamidad, sino más bien una bendición. Casi nos impulsa a enfrentamos a la realidad con la mente abierta, y sólo podemos conocer a Dios a través de la apertura mental, como