La octava plaga

alimento para periodistas.

es evidente lo que a estas personas les está ocurriendo: caminan sobre el agua, fingen la muerte y resucitan, se alimentan de sangre y excrementos… Son cualidades de los insectos. Y eso incluye a tu amiga de los moteles, que mata a sus víctimas durante el acto sexual.

A pesar del frío era un hermoso día soleado.

la promesa que se hace en el altar es “hasta que la muerte nos separe” pero en realidad lo que debería decirse es “hasta que la otra mujer nos separe”

Un hombre con miedo tenía muy pocas cosas que contar.

–Has visto cosas terribles hechas por los humanos. ¿Qué conclusión sacas?

–No cambiaremos, es nuestra naturaleza. La gran mayoría de los crímenes que cubrí no fueron realizados por asesinos fríos y meticulosos. Se trataba de personas comunes y corrientes, que cedieron a un arrebato de furia, provocado por celos, frustración o deseos de venganza. Cualquiera puede convertirse en asesino.

Eras el cronista de la muerte, por eso te respetó.

–Ojalá me siga respetando otro ratito.

No se puede enterrar lo que no está muerto. Y si no está muerto, entonces se puede recuperar. El círculo vicioso de la esperanza.

Flavio Martínez, su esposo, albañil de cuarenta y siete años de edad, se dirigió como de costumbre a la construcción en la que laboraba desde hacía seis meses. Tomó el metro y después un pesero que lo dejó frente al cascarón del edificio que se levanta sobre una concurrida avenida. Desayunó una torta de tamal y un atole junto con sus compañeros e iniciaron la jornada entre chistes y albures.

Cualquiera puede ser un asesino.