El espacio no es neutral. El espacio es una cuestión feminista. El espacio que ocupamos —aquí, en la ciudad, los que vivimos en ella— constantemente se hace y se rehace, se construye y se admira. «El espacio es una duda —escribió Georges Perec—; continuamente necesito marcarlo, designarlo. Nunca es mío, nunca me es dado. Tengo que conquistarlo.»