antes de ponerse a escribir, no alcanza con saber sobre qué se quiere escribir, cuáles serán las anécdotas que se van a relatar y cuál es trasfondo y la profundidad filosóficos que se le quiere dar. Hay que reunir una serie de informaciones del orden de la acción, y también visual, auditiva, kinestésica, del orden de las ideas y detalles ambientales para vincularlos de las mejor manera posible y que produzcan el resultado verosímil más rico posible