Confiar

Playlist

Weaker Girl de Banks

War Of Hearts de Ruelle

Lay It All On Me de Rudimental (feat. Ed Sheeran)

Into You de Ariana Grande

Let Me Love You de Ariana Grande (feat. Lil Wayne)

What A Feeling de One Direction

Never Enough de One Direction

Bloodsport de Raleigh Ritchie

No Pressure de Justin Bieber (feat. Big Sean)

Only Love de Ben Howard

Rivers In Your Mouth de Ben Howard

Remnants de Jack Garratt

In The Shadow Of A Dream de James Morrison

To The Wonder de Aqualung (feat. Kina Grannis)

Everything Is Lost de

—¿Son para mí? —pregunté sin aliento.

—He pensado que, puestos a celebrar algo, mejor celebrarlo bien —repuso Spencer, guiñándome un ojo antes de sentarse a mi lado.

¿Y si no le caigo bien? —susurré.

Las comisuras de sus labios se curvaron hacia arriba de inmediato.

—Tranquila, eso es imposible.

—¿Cómo lo sabes? Quiero decir que… Mírame. No soy nada guay a ojos de una quinceañera.

—Eso no es cierto.

—¿Tú qué sabes? No eres una quinceañera, no tienes ni idea.

Spencer levantó una mano y posó un dedo sobre mis labios.

—Confía en mí.

—¿Sigues las instrucciones de un manual de citas o algo así? —pregunté en tono divertido.

Negó con la cabeza y se me arrimó todavía más, hasta que su barbilla me rozó la oreja.

—No. Pero siempre he querido hacer esto contigo

Una vez más, miré a Spencer de soslayo. Presionaba la masa con cuidado y, más que aplanarla, la estaba manoseando como si en lugar de una bola de masa fuera… un pecho. Arqueé las cejas y levanté la mirada hacia sus ojos.

Los tenía cerrados, mientras que su rostro exhibía una expresión de éxtasis exagerada. Tuve que contenerme para no echarme a reír.

Un chasquido arrancó a Spencer de su trance. Tony le había azotado el trasero con un trapo húmedo.

Dawn, te presento a Antonio Cassano. Es el propietario del local. Hoy nos enseñará cómo se prepara una auténtica pizza italiana —explicó Spencer.

Antonio le estrechó la mano e incluso le dio medio abrazo, y Spencer le correspondió con unas palmadas en la espalda. Luego se volvió hacia mí y me dedicó una leve reverencia.

—Hola, Dawn. Encantado de conocerte. Llámame Tony.

Me siento como si estuviera dejando salir a mi hija por primera vez —comentó Allie abanicándose con las manos, señal inequívoca de que podía echarse a llorar en cualquier instante.

—Oh, no, Dawn. ¿Qué le has hecho? —preguntó Kaden alarmado nada más entrar en el salón. Llegó seguido de cerca por Spencer

—Marchaos antes de que ésta empiece a llorar —nos instó Kaden

Sal conmigo.

Solté una carcajada.

—Eso no era ninguna pregunta.

—Mierda, es verdad —refunfuñó—. Dawn Lily Edwards, ¿me concederías el inmenso honor de salir conmigo?

Me concentré para darle la respuesta que se merecía desde hacía ya mucho tiempo.

—Sí, sí, sí. ¡Sí!

Pídemelo otra vez —susurré.

—¿Eh? —preguntó Spencer.

—Pídemelo otra vez —repetí.

—Lo siento, pero no te sigo, cariño —repuso desconcertado.

Me aclaré la garganta para intentar deshacer el nudo que se me había formado.

—Podemos seguir hablando durante horas sobre los errores que hemos cometido. O podemos saltarnos esa parte y arreglar las cosas directamente —expliqué, haciendo una pausa para mordisquearme el labio inferior—. Pídeme una cita de nuevo, para que pueda darte la respuesta correcta