Tiemble tu cuerpo desprovisto de amparo,
tiemble tu alma desnuda de consuelo,
tiemble tu corazón mordido por un tigre,
tiemblen tus manos inútiles y solas.
Sea en tu boca la palabra justa.
La vida es un largo camino hacia la luz.
Pero no es tiempo todavía,
antes encógete
hasta no ser
más de lo que por ti sola eres.