El Tulipán Negro

Se ha sufrido muchas veces lo bastante para tener el derecho de no decir jamás: soy demasiado feliz.

acusación de asesinato formulada contra él por el cirujano Tyckelaer, languidecía Corneille de Witt, hermano del ex gran pensionario de Holanda.

bajo la mano de Dios, un gran hombre para ejecutar una gran acción

Se ha sufrido muchas veces lo bastante para tener el derecho de no decir jamás: soy demasiado feliz.

En semejantes disposiciones, como es de prever, los espectadores corren más

Sí, y al socorrerlo esta tarde, habéis olvidado las injurias que os dirigió esta mañana. Señor, esto es más que humanidad, es más que cristianismo.

dijo toda la verdad con respecto a sus simpatías, sus costumbres y sus familiaridades. Explicó su indiferencia en políticas, su amor por el estudio, por las artes, por las ciencias y por las flores

el abismo de un crimen inútil

para ir al exilio tal como lo entienden en tiempo de revolución esos grandes moralistas que dicen como un axioma de alta política:
-Solamente los muertos no vuelven

Y como era un filósofo, como era sobre todo un cristiano, comenzó por rogar por el alma de su padrino, luego por la del ex gran pensionario; después, por último, se resignó él mismo a todos los males que Dios quisiera enviarle.