Grata sorpresa me causó conocer los poemas de la poeta veracruzana Lilia Ramírez.
It was nice, I may read it in a few years again. <3
El libro arranca bien temprano, a la una de la mañana. Las cosas todavía están turbias, borrosas.
A las 2 am, la voz poética se pregunta:
"¿Qué es el gris, si no la noche? ¿Cómo se cuentan los luceros? Cada quien es una rama y canta y su sabor de alpiste es pasajero."
A eso de las 6 am ya el día va clareando, y entonces nos cuenta:
"El mundo habita en mis ovarios: la vida. Las mujeres, mis ancestras, pernoctan en mis sueños y cavan túneles hacia mi conciencia."
Ya en la siesta, a las 2 pm, la oscuridad deja de ser de luz, es oscuridad de sonidos:
"El silencio se va metiendo en nuestros ojos que, perplejos, no comprenden el movimiento de las sombras en la pared de la existencia."
3 pm y ya vemos con más claridad las cosas, después de dormir un rato:
"La pasión caduca como un yogur, y aun así nos intoxicamos deliberadamente con sus delicias"
Y a las 4 de la tarde nos lo dice con todas las letras:
"Pertenecer a un hombre no es un honor ni una bendición ni una suerte ni un propósito. Es una vergüenza".
Así, "El movimiento de las sombras" va pasando hora tras hora. Es sorprendente cómo Lilia Ramírez va desgranando una trama que, a priori, parece inexistente, pero que, como vemos, se hace visible a medida que el día avanza.
Bellísimos poemas, contundentes, que nos dan ganas de aplaudir como un cronopio.