Se nos ha ofrecido un amor condicionado: por ejemplo, si haces esto, te quiero; si te estás quieto, te doy... Cuando el niño crece le dicen: si ayudas en la casa... si estás limpio... En el fondo, los adultos le están diciendo: tu valor no está en ti mismo como persona sino en tu buen comportamiento, en tus acciones. Es como obligarlo a pagar un precio para que lo quieran.