Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo

Por lo tanto, debemos aceptar a Jesús como nuestro Salvador y tenerlo a Él como nuestro Amo.

Fe, también podemos aprender que la fe es el acto de abandonar nuestro propio punto de vista para adoptar el de Dios

“Todos somos viles pecadores que merecemos ser desechados. Pero Dios compró nuestra alma con la sangre de su Hijo Jesucristo y, habiendo perdonado todos nuestros pecados, nos ha declarado justos.”

“Señor, he cometido estos pecados delante de tus ojos”, y de inmediato tenemos que abandonar el pecado.

“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).

David dice: “Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias” (Salmo 103:3).

“El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento” (Isaías 1:3).

Señor, Dios nuestro, te damos gracias porque nuestra relación, que estaba cortada, fue transformada en bendición cuando enviaste al Señor Jesucristo al mundo. Ayúdanos para llevar vidas de devoción hasta la muerte, y no olvides el perdón y la salvación que nos fue dada por la sangre del Señor Jesucristo. Lo pedimos en el nombre de Jesucristo. Amén.

“Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias” (Salmo 103:3)

Fe, también podemos aprender que la fe es el acto de abandonar nuestro propio punto de vista para adoptar el de Dios