Eres buena y lo sabes

Soy de la idea que siempre es mejor probar, sino la cosa se tranforma en deseo

No sé, mi amor –dijo Valeria y cerró los ojos y se aferró aún más a su cuerpo–. No me dejes nunca –le suplicó.

–Claro que no –dijo él, y le pasó los dedos por la cabeza como un rastrillo

–¿Por qué no seguirá alguien escribiendo la Biblia? –preguntó Pato

Luego apoyó la cabeza sobre su pecho. Poco a poco, fue recibiendo su calor.

Así que soy libre, se dijo. Otra vez libre. Buscó una medusa y la tomó entre sus manos. Por un momento sintió la necesidad de apretarla con fuerza hasta hacerla explotar, pero terminó por acunarla cerca de su pecho, como si se tratara de un bebé. Avanzó aferrándose a ella y se hundió bajo las olas

Cierto que sí?, y además andan unos conductores de camionetas blancas antiaborto del terror

Por eso es que los protagonistas de E.T. son niños y no adolescentes, pensó Valeria.

–Eso es lo que dice mi mamá. ¿A ti no te ha contado nada?

Valeria apretó los ojos y dejó que el viento le golpeara la cara. A punto de tener un ataque de risa y ponerse a llorar al mismo tiempo.

No me gusta tanto, pero necesito que pase una segunda vez. Onda, una vez más y me quedo tranquila

Es un niño tan acomplejado. Le gusta ver videos de videojuegos, pero no jugarlos