Alena es feliz.
Sus padres la adoran y, con nueve años, ella solo piensa en muñecas y en juegos de té.
Alena ama las flores y los dulces. Su habitación está llena de ellos y…
Octavio Morales sabe esto porque observa a Alena.
Octavio está enfermo: es el peor tipo de monstruo que puedas imaginar.
Alena está en peligro y nadie puede salvarla.