Мы используем файлы куки, чтобы Bookmate и наши рекомендации работали лучше.
Подробнее на странице Политика Cookies
Принять все Cookies
Выбрать cookies
Antonieta Rivas Mercado. Tomo I, Tayde Acosta Gamas
es
Books
Tayde Acosta Gamas

Antonieta Rivas Mercado. Tomo I

  • Sonia Díaz Jacuindeцитируетв прошлом году
    pero es porque están obedeciendo lo que Dios les ordenó: ser las madres de sus hombres.
  • Sonia Díaz Jacuindeцитируетв прошлом году
    Fue entonces, a mediados de 1929, cuando la causa de la mujer empezó a interesarse activamente en política, sumergiéndose en ella de manera entusiasta.

    Se tiene que hacer la más honrosa mención de Inés Malváez,26 Elena Torres,27 Elena Vázquez Gómez,28 y cientos de otras que desde el principio estuvieron donde sabían que debía de encontrarse toda la causa de la mujer. Al lado de Vasconcelos.
  • Sonia Díaz Jacuindeцитируетв прошлом году
    despertar de las mujeres mexicanas en 1929,20
  • Sonia Díaz Jacuindeцитируетв прошлом году
    en la división del trabajo establecida por Dios, se confió a la mujer el cuidado de toda la vida espiritual
  • Sonia Díaz Jacuindeцитируетв прошлом году
    las mujeres pueden considerarse como gozando ya prácticamente de “iguales oportunidades”
  • Sonia Díaz Jacuindeцитируетв прошлом году
    En los grandes pasos dados por la causa de la mujer hacia la conquista de igualdad de derechos, las latinas han quedado rezagadas.
  • Sonia Díaz Jacuindeцитируетв прошлом году
    Que la mujer es distinta del varón y debe afirmar su diferencia, en vez de aspirar a igualarse.
  • Nataliaцитирует4 года назад
    La alameda vivía, agitada por la respiración de mil pechos contenidos.
  • Nataliaцитирует4 года назад
    Un hombre venido de lejos hablaba y su voz, al recoger las palabras de todos los días, las vestía de nuevo. Hablaba el hombre y las verdades del espíritu se hacían tangibles, y los hombres que le oían comenzaban a sentir que dentro del pecho algo vivo se agitaba.
  • Nataliaцитирует4 года назад
    En esa ciudad las calles eran rectas y amplias. Las farolas, por la noche, brillaban en ellas incomprensibles. Había una catedral y muchas iglesias, una alameda con su quiosco de hierro colado, su techo de hoja de lata y una banda que las noches de serenata tocaba con profusión de latones sonoros.
fb2epub
Перетащите файлы сюда, не более 5 за один раз