He decidido escribir este libro porque desde junio de 2017, varias veces por semana, he realizado visitas guiadas no oficiales y no autorizadas de Arte Incómodo (Uncomfortable Art Tours) en galerías, en las que se ha hablado largo y tendido de lo que hay allí, de cómo ha llegado hasta ahí y de cómo se ha utilizado para contar historias a lo largo del tiempo. Mis visitas tuvieron su origen en la frustración. Acababa de dedicar tres años a una licenciatura en Historia del Arte que había ignorado de manera inexorable la historia imperial y colonial creadora de los museos y las galerías que estudiábamos, y donde el único módulo que contemplaba el arte del Imperio británico era optativo.