No, duendecilla, eres tú quien no lo entiende. Anoche casi te pierdo y no permitiré que vuelva a ocurrir. Nunca más. Si quieres diez hijos, los tendremos. Si quieres una biblioteca de seis pisos llena de primeras ediciones arcaicas, te las compraré todas. Si quieres formar una familia aquí, volveré a mudarme a Knockemout y le daré de comer a la cabrona de tu gata todos los días. Si decides que quieres renunciar a todo y mudarte a una cabaña de buen gusto en una playa tropical, yo mismo construiré la puta cabaña.