Santidad Matrimonial

Resulta difícil comprender, por ejemplo, que cuando alguien tiene problemas en sus negocios o en su trabajo, no se los cuente a su esposa, porque no quiere complicarle la vida. Sin duda es una buena intención, pero ¿es ése el sentido del matrimonio? ¿Acaso el matrimonio no es llevar juntos las cargas?

una alegría, que comparte las alegrías de los que son felices, para acrecentarlas.

En el cielo no habrá conflictos, pero aquí en la tierra siempre los habrá. Dios permite las situaciones conflictivas y también el pecado, pero espera que saquemos un bien de ello.

valentía de conversarlos y supieron poner las cartas sobre la mesa, demostrando así su voluntad de encontrarse,

Los matrimonios que se han separado no tuvieron más conflictos que los no separados. La diferencia reside en que los que han permanecido unidos supieron enfrentar sus conflictos para solucionarlos juntos.

ita y fomenta; dispone a darse y abrirse al tú.

falta de respeto bloquea la comunión del matrimonio; el respeto la posibi

Así como la fusión en un solo cuerpo es la culminación de la entrega corporal, la culminación y meta del amor espiritual es la comunión o fusión de corazones.

Más todavía: porque ese cobijamiento, desde la perspectiva sobrenatural, es expresión y camino del cobijamiento en el corazón de Dios Padre. Recordemos, en este sentido, que la gracia del cobijamiento o del arraigo en el corazón de Dios Padre es la primera gracia que pedimos a María en su Santuario de Schoenstatt.

El sacramento nos garantiza que contamos con la gracia suficiente para superar todos los obstáculos y crisis que normalmente se dan al interior de nuestra vida conyugal. Pero esa gracia requiere nuestra cooperación.