Jamie McGuire

A partir de ese momento, el amor de mi vida era solo una conocida. No estaba seguro de qué expresión tenía mi cara, pero no quería que ella la viera.

Rezumaba sexo y rebeldía con su pelo corto y castaño y los brazos tatuados,

—Estropeo mucha ropa.

—¡Eh! ¡Alejaos de ella! —exclamó Travis, con el ceño fruncido mientras apartaba a cualquiera que se me acercase.

Travis relajó las rodillas y la mandó directa al suelo.

—¡Ay! —chilló ella, levantando la mirada hacia Travis.

—America es amiga mía. Tendrás que buscarte otro regazo, Lex.

—Me llamo Travis. Travis Maddox.

—No dejaría que te pasara nada malo, Paloma.

me contuve para no sonreír por ser la única chica junto a la que insistía en sentarse.

—¡El tercer puesto de la clase! ¡Bien hecho, Paloma! —dijo él, abrazándome.

Sus ojos brillaban de emoción y orgullo

—¿Qué tiene que ver eso? ¿No puede ser que tú me gustes y que aun así todavía la ame?