La Watson

Todos los cirujanos
alguna vez
ven morir
a quien intentan curar.
Hay cosas que pueden salvarte,
pero todas ellas contienen el poder
de destruirte.

Una estadística tonta

Es posible que ayer
se hayan cumplido siete años
desde la última vez
que rompiste un espejo
y ahora todo vaya a salir bien.

Ey

No terminó el mundo pero terminaron
casi todas las cosas
y no estuvimos juntas hasta el final
¿ves?
Quise alardear. No de tener un gran amor
pero al menos sí de ser la primera
en cualquier cosa.
En decir no quiero, me arrepiento
o no va a durar.

Ey
no estoy para vos
ni estás para mí
pero existimos
en el mismo tiempo y casi lugar,
en la misma ideología.
Compartimos
esa explicación del mundo
única
e inútil.

Te llamo a la noche
por telepatía
te digo
ey
en una cosa, una sola cosa
coincidimos para siempre, vos y yo.

Tácticas de rescate

El líquido de los matafuegos
intoxica en minutos
si se lo come o aspira.
En algunos accidentes de tránsito
el cinturón de seguridad
corta la cabeza
de la víctima.
Todos los cirujanos
alguna vez
ven morir
a quien intentan curar.
Hay cosas que pueden salvarte,
pero todas ellas contienen el poder
de destruirte.

Un cuerpo

No tengo un cuerpo,
soy un cuerpo
por eso intentan
decidir sobre mí.

No soy la constitución nacional
firmada hace más de cien años
por personas para las que no valgo,
soy un cuerpo
por eso quieren
decidir sobre mí.

No soy una hipótesis
un conjunto de células con potenciales
un ejemplo imaginario de familia feliz,
soy un cuerpo
por eso tratan de decidir sobre mí.

No soy un dios
una religión en la que los poderosos creen,
soy un cuerpo
por eso insisten en decidir sobre mí.

Pero no soy
un cuerpo indefenso
soy un cuerpo múltiple
que toma las calles
un cuerpo conjunto
que avanza sobre las plazas
un cuerpo colectivo
decidido y fuerte
que aunque esté prohibido
decide
y por eso
me tienen miedo.

Eso que llaman sexto sentido

La deducción con escasas pruebas
que practican las madres.
La sensibilidad adquirida en las manos
para calcular temperaturas.
La lectura del lenguaje corporal
que confirma sin esfuerzo una traición.
La prudencia medida de las trabajadoras
para no parecer más inteligentes
de lo que el jefe soporta.
La docencia milenaria
sobre los signos del cuerpo.
La ciencia exacta de la economía doméstica.
La más exacta de la economía de guerra.
El estudio minucioso del cuerpo ajeno
para saber cuándo dar placer
cuando dar consejo
cuando llamar al médico.
Lo que se denomina "instinto"
para no molestar.

Fracasá en grande

Si lo hacés hacelo en grande
es el lema de mi familia
y yo cumplí
me puse el vestido
enorme a los quince
aposté a concursos imposibles
me recibí en la mejor universidad.
¿Pero qué estoy haciendo ahora?
Una noche me descubrí cómoda
si mis padres me llaman por teléfono
respondería
el trabajo más o menos bien
mis cosas más o menos bien
los proyectos más o menos bien.
Quiero decir:
no estoy haciendo mal las cosas
pero tampoco estoy haciendo
honor a la familia.
Si pudieran, los que no están me dirían:
jugate un poco más.
Si vas a fracasar,
fracasá en grande.

Carta a los antropólogos del futuro

¿Con qué fantaseás
mientras caminás al trabajo?
La semana fue difícil
mi mejor amigo
ya no tiene voluntad
para mentirme
el libro con el que estoy
obsesionada
es el diario de un poeta enfermo
que ahora está muerto
algo de otro tiempo
que no tiene nada que ver
conmigo.
La semana fue difícil, ya lo dije
no daban en la televisión
nuevos capítulos
de la única serie
que nos distrae.
Mientras camino al trabajo me imagino
que antropólogos del futuro me investigan
se interesan por determinar
qué libros subrayé
que alimentos preferí
de que modos habité
la casa.
Cineastas del futuro
hacen un documental
sobre mí
y en cámara no salgo tan mal,
me gusto.
La semana fue difícil,
ya lo dije,
mientras camino al trabajo fantaseo
con la trascendencia.

El mismo poema

No tengo nada para decir cuando estoy muy bien.
No tengo nada para decir cuando estoy muy mal.
Ni cuando caigo en picada.

Es que solo se escribe una y otra vez
el mismo poema
y el mío dice:
mirá,
al final, otra vez
estamos saliendo a flote.

me hamaco
entre la ambición y la apatía.