Wells nunca había roto una promesa. Era algo que su padre le había inculcado a muy temprana edad: un líder jamás falta a su palabra. Pero al pensar en las lágrimas de Clarke, supo que no tenía elección.
Dio media vuelta y echó a andar hacia el despacho del canciller
Lo primero que te dicen que no hagas y ahí vas de chismoso😒