último caso hubo planes para exigir en ese Congreso que se llamara a una constituyente para elaborar una Constitución más moderna. Voceros de esa postura fueron José María Varela y el diputado por Villa Concepción Ramón Miltos. Luego del Congreso, ambos fueron apresados (Falcón, 2015). El ganado de Varela fue consumido por el ejército acampado en Cerro León, y “ese patriota concluyó sus días en prisión” (Stewart, 2015, p. 65).
Benigno López, hermano de Francisco Solano, cuyo nombre también se señalaba como candidato a ser electo presidente de la República por el Congreso de 1862, sufrió la venganza fraterna por el solo hecho de su candidatura. No lo apresaron, esa vez, sino que lo confinaron a su establecimiento de campo (Bray, 1984, p. 170).
Otros que osaron expresar una opinión contraria a la elección de Solano López fueron el presidente de la Suprema Corte, Pedro Lezcano, y el