—Mira, hoy vemos a la gente enfrascada en toda clase de esfuerzos por la igualdad —me expliqué—. Y es muy deseable. Pero puede que nunca logremos la perfección al respecto porque, probablemente, no somos una especie igualitaria. En la naturaleza, las especies que viven en mayor igualdad son las especies solitarias. En cambio, las especies que tienen estructuras sociales tienden a ser jerárquicas. Parece que estar juntos nos condena a que unos tengan más poder que los otros