¿Qué quiere decir? Principalmente, que existe en el Kosmos un orden y que este marca unas coordenadas y principios que deben ser escuchados, aprendidos y seguidos. En la medida que el ser humano los siga podrá ser coherente con este orden y manifestar su propia plenitud, es decir, desplegarse a través de la llamada y la naturaleza que mora en su interior.