Everett Daniel

Podría suceder que en las particularidades culturales de los pueblos, en sus rarezas, se encuentren algunas de las revelaciones más instructivas sobre lo genéricamente humano.

CLIFFORD GEERTZ

Podría suceder que en las particularidades culturales de los pueblos, en sus rarezas, se encuentren algunas de las revelaciones más instructivas sobre lo genéricamente humano.

CLIFFORD GEERTZ

nuestra cultura y nuestras experiencias pueden abrir una brecha casi inconmensurable también en nuestra percepción del entorno.

Aprendí también que Xisaabi se había servido del lenguaje musical para hablar de su sueño porque era una experiencia nueva, y las nuevas experiencias suelen relatarse con música, para realzar todas las tonalidades posibles de las palabras.

Los enunciados pirahã contienen únicamente afirmaciones directamente relacionadas con el momento en que se habla, tanto si se trata de una experiencia personal del hablante como de un hecho presenciado por un contemporáneo del hablante.

Pero no tuve suerte. Pregunté a Steve y Arlo. Pregunté a Keren. Nadie había recopilado ni oído hablar de ningún mito de la creación, leyenda tradicional, relato de ficción o cualquier otra clase de narración que excediera la experiencia inmediata del hablante o el testigo presencial del acontecimiento al que el hablante se refiere.

Los pirahã tienen mitos, en el sentido de que cuentan historias que favorecen la cohesión social, pues casi a diario se refieren a sucesos presenciados desde su particular posición estratégica.

Sin embargo, carecen de cuentos populares, por eso las conversaciones y las “historias cotidianas” desempeñan un importante papel de cohesión, al ser esta su única forma de ficción practicada.

Esto último constituye una diferencia muy pequeña, si bien muy profunda al mismo tiempo. Es pequeña en el sentido en que los pirahã tienen historias que cohesionan su cultura, como todas las sociedades humanas. Pero es una diferencia profunda por el “matiz probatorio” que los pirahã exigen a sus mitos: la necesidad de que haya un testigo presencial vivo en el momento de la narración.

Pueden llamar espíritu a un jaguar o a un árbol, según las propiedades que presente.