Hay historias tan terribles que quisiéramos que nunca se contaran, pero sobre todo desearíamos que no hubieran sucedido para que no fueran historias. Esta es una de esas historias. Se narra aquí para que no se repita, para conjurar los hechos del pasado que se reproducen en el presente de muchas personas; para que los niños estén a salvo de la violencia de este mundo, del mundo que han creado los adultos.