Hay historias que nos permiten ponerle palabras a emociones que no sabemos cómo explicar, acomodar un poco el corazón y descansar la mente: personajes que se convierten en un espejo, frases que se vuelven nuestras y la sensación, después de la lectura, de sentirnos un poco más acompañadas. Los libros que elegí para esta estantería son un poco de todo eso [y más].
Paola Carola (@paolacarola) escribió "El mar está lleno de medusas", disponible en Bookmate.
Este libro para mí es el significado de la felicidad clandestina que describe Lispector: leo cada frase como si me escondiera debajo de las sábanas, para que las palabras se queden conmigo, para que la sensación de leer a mi autora favorita nunca me abandone.
Todas, al igual que Mary Jo, merecemos una casa iluminada, un amor bonito y hacer las paces con nuestra versión adolescente, aquella que dio origen a quienes somos ahora mismo.
En estas páginas, recordar la emoción colectiva del confinamiento se vuelve un ejercicio que es también un diario. Hay nostalgia, también dolor, pero entre todo eso se cuela un poco de luz por la ventana: la esperanza.
La honestidad de las emociones en su estado más puro. Eleonora muestra cómo nuestros afectos nos atraviesan y nos significan, se convierten en nuestro alfabeto personal, un alfabeto que no nos abandona.
María y Emiliano son los nombres de los protagonistas de esta historia, mismos que podemos intercambiar por los de nuestras propias historias de amor y desamor, pues se sienten tan cerca que a veces nos preguntamos si les pasó a ellos o a nosotras.
Escribirle una carta a nuestras madres en la que perdonamos al tiempo que recordamos, eso lo hace Ocean Vuong en esta novela y nos desgarra, pero también nos cura todo. Este libro desborda amor.