Una mujer narra el viaje que realiza al lugar donde nació pero que no conoce, en Ann Arobur, Estados Unidos. No sabe quién vive ahí y, sin atreverse a tocar la puerta, se queda mirando desde fuera e imaginando su vida en ese sitio en el que sólo estuvo once meses, para después volver a México. Comienza entonces un recorrido por las casas en las que vivió, y cómo su identidad se fue construyendo en ellas, a pesar de ellas, más allá de ellas: una persona erigida a partir de esas distintas casas como fracciones que son narradas intercalando un gran sentido del humor con profundas reflexiones. Narrando sobre los cuartos que habitó, el abandono de su padre, la infancia insegura, la adolescencia solitaria, la autora reconstruye una génesis ligera y a la vez profunda de la construcción de su identidad y el sentido de vivir y habitar las casas.