Dos Passos, otro de los grandes exponentes de la generación perdida, fue influenciado por el modernismo francés y las artes, en específico la pintura. Esta novela es una suerte de collage de sus memorias predilectas que abarcan su infancia, adolescencia y parte de su adultez. Así mismo, reflexiona acerca de sus alegrías, sus amistades, las tradiciones de su época, las culturas y la gastronomía que experimentó.