México está sumido en una ola de violencia armada sin precedentes en su historia reciente.
Existe un amplio consenso de que es resultado de la “guerra contra las drogas” y la militarización extrema de la seguridad pública en el país, que arrancó en 2006, en el sexenio del presidente Felipe Calderón. El masivo número de asesinatos, desapariciones, actos de tortura y desplazamiento forzado, producto de este fenómeno, ha llevado a distintos analistas a preguntarse si la situación que se vive en el territorio nacional es propiamente hablando un “conflicto armado interno”.
En este reporte se ofrece un análisis técnico–jurídico sobre la clasificación de la violencia armada en México, para responder a esta interrogante. Con base en una estricta aplicación del derecho internacional humanitario, así como con la evidencia empírica disponible, la conclusión es que, en efecto, en México hay una guerra interna en el sentido jurídico del término.
Además del valor académico que tiene este estudio, su resultado abona al esfuerzo para el diseño de políticas públicas adecuadas para enfrentar esta situación y proteger a la población civil, así como sus bienes, y minimizar el sufrimiento de las personas que no participan en las hostilidades. A la par de brindar elementos para que se finquen las responsabilidades correspondientes a los actores estatales o no estatales involucrados en el conflicto.