El autor de este libro adora el agua, así que un día de 1996 se lanzó al foso de su casa en Suffolk y se propuso recorrer las islas británicas a nado. Playas, pozas, ríos, estanques y lidos. Acueductos, canales, cascadas y canteras inundadas. Deakin recorrió su país contemplando la vida desde la perspectiva de las ranas.