Este libro realmente me hizo enfurecer, creo tristemente que muchas de nosotras en algún momento de nuestras vidas hemos sido Kim Ji-Young.
Una historia muy sutil, que puede ser la historia de muchas mujeres, me deja sin palabras, mucho de lo que trata el libro, hasta ahora me parecía normal, pero con esta lectura, por primera vez me cuestionó cada paso y cada etapa de la mujer como algo normal.
Ese final fue impactante, no me imagine que después de todo lo que se contó en el libro, termina así. Fue una crítica puntual y dura al machismo pero siendo brutalmente honesta con la realidad que viven las mujeres. Un libro que vale la pena leer.
Novela que como mujer es muy fácil identificarte por todo lo que plantea, es fácil empatizar con situaciones ya que probablemente como mujeres por mayoría todas hemos estado en esos escenarios de desigualdad, acoso sexual entre otras situaciones. Abarca desde su nacimiento y como todas esas problemáticas están presentes en cada etapa de la vida de la protagonista. Recomendable
Me hizo dar cuenta que en si, todas en algún momento de nuestras vidas hemos sido Ji-young
Kim Ji-Young tenia planes, sueños y metas que lamentablemente y conforme fue creciendo se vieron modificadas debido a distintos factores que, siendo objetivos, afectarían a cualquier persona, pero pareciera que ella es la única que se ve en la necesidad de hacer sacrificios personales por el bien de su vida familiar. Pero pronto se da cuenta de que está en un error, de que no es la única: hay muuuuuuuchas mujeres que atraviesan por lo mismo y para aumentar su frustración se da cuenta de que es algo que ha pasado durante años. Y al parecer no va a cambiar pronto.
Si hay algo que evidencía esta historia es que en general la vida en Corea del Sur nunca ha sido sencilla y mucho menos si eres mujer porque entonces, además de todos los factores económicos, políticos y sociales que acarrean cambios que afectan a la población está ese "pequeño" detalle cultural que hace que a las mujeres de les encasille en el rol de madres que se quedan en casa a criar a los hijos. Irónicamente y conforme pasa el tiempo, aunque el rol de la mujer ha ido cambiando y se involucra un poco más en el ámbito laboral, eso lo único que ha hecho es que aquellas mujeres que terminan optando (con gusto o no) por quedarse en casa ahora también sean juzgadas por dicha decisión. O sea, en resumen, no le dan gusto a nadie.
Ahora... fueron contados los párrafos que no me emperraban. Yo leí este libro en un emperramiento constante y perpetuo porque me dolían las situaciones por las que pasaba Kim Ji-Young, los intentos de algunas mujeres a su alrededor intentando darle consuelo, ayuda o guía y sobre todo me dolía verme taaan identificada con varias de esa situaciones. Y qué frustrante es tratar de hablar sobre ello o al menos sobre este mismo libro con un hombre porque simplemente no entienden lo que pasa y no porque sean malas personas, es simplemente porque por su cabeza no pasa la idea de que esas dificultades existan. Por su cabeza no existe la idea de que los privilegios de los que ellos gozan son precisamente eso, privilegios, y que no todos los tenemos.
Pues nada, emperrada a más no poder, adoré las pequeñas notas estadisticas qué agrega la autora al hablar sobre ciertas situaciones y pues... debo admitir que sí que caí en cuenta de que hay mujeres que lo pasan peor que yo o han tenido peores experiencias, sin embargo esto para nada me significó consuelo alguno sino todo lo contrario.
Un libro que toda mujer debe leer. Si o si. Y al terminarlo, abrazar y agradecer a mamá por todo.
una historia ficticia que al mismo tiempo no está muy alejada de la realidad del día en día de las mujeres. disfrute cada párrafo de este increíble libro.
"Bajo su aparente sencillez, palpita una sensación de peligro que recorre todas sus páginas y que ha abierto una grieta en los estándares de la literatura contemporánea".
Lo suscribo.
Tremenda historia sobre cómo son tratadas y minusvaluadas las mujeres coreanas en estas sociedades tan patriarcales. Son siglos de opresión.